martes, 8 de julio de 2008

Amazing Spiderman #122: "El fin del Duende verde"

En el nº anterior: Bajo la presión del hundimiento de su empresa y los problemas de drogas de su hijo, el inestable Norman Osborn se rompió. Al recuperar la memoria del todo, recordó que Peter Parker es Spiderman y él el Duende verde. Culpó a Spiderman de sus desgracias y decidió vengarse de la forma más rastrera posible. Tras secuestrar a su novia, Gwen Stacy, la arrojó desde el puente George Washington mientras estaba inconsciente. Spiderman la capturó con su red antes de que cayese, pero el tirón le rompió el cuello. Mientras el Duende se jactaba de su victoria, prometió que los amantes se reunirían pronto. Spiderman le gritó que iba a a morir por lo que había hecho.



Amazing Spiderman #122: "El fin del Duende verde"

Tras dejar el cuerpo de Gwen en sitio seguro, Spiderman ataca al Duende con una furia incontrolable. Spiderman normalmente no utiliza todo su poder, pero cuando lo hace es imparable. Subiéndose a los hombros del Duende lo golpea hasta casi vencerlo, pero el Duende vuela bajo el puente y hace que Spiderman se golpee contra uno de los cables principales, cayendo desde gran altura al río Hudson, pero salvándose con una telaraña como la que no pudo salvar a Gwen.

Spidey ve una multitud acercándose al cuerpo de Gwen y salta delante de ella gritando a la gente que se mantenga alejada, más temible que nunca. Uno de los agentes de policía lee la situación mejor que su compañero novato y le da a Spiderman un momento para el duelo. Peter recuerda su vida con Gwen. El sargento camina hasta él y le informa de que la ambulancia ha llegado. Él responde que no necesita una ambulancia: "Ella está muerta..y Spiderman la mató".



La policía pide a Spiderman que les acompañe para responder a algunas preguntas. Él se niega, declarando que tiene que encontrar a un hombre que le debe mucho y escapa mientras la policía le dispara.




Peter se cambia de ropa y va a casa de Osborn. Cuando llega a su destino, sólo Harry está en casa, convaleciente por una reciente sobredosis de drogas. Cuando ve a Harry delirando entiende que es inútil preguntarle y se va a pesar de que Harry le pide ayuda.




Otra vez como Spiderman, va a la oficina de Robbie en el Daily Bugle, que acaba de recibir la noticia de la muerte de Gwen. Robbie le da la dirección de un viejo almacén que Osborn posee, donde ha sido visto 40 minutos antes. Cuando Spiderman se prepara para salir, Jameson aparece acusándolo del asesinato de Gwen. En lugar del típico intercambio verbal, Spiderman le cierra la boca con telaraña.

En el almacén, Norman Osborn –entre escalofríos- hace los preparativos para el inevitable enfrentamiento con Spiderman. Su sistema de seguridad le alerta de la presencia de su enemigo mortal y sale por la puerta de atrás, con la intención de sorprenderle. Para su sorpresa, Spiderman le estaba esperando y lo desmonta de su planeador de una patada.

El Duende intenta acertarle con sus armas pero Spiderman las esquiva fácilmente y aterriza en el planeador, estropeándolo. Osborn se enfada por ésto, lo que sorprende a Spiderman, ya que le importa más un aparato que una vida. El Duende responde que ella no hacía nada más que ocupar espacio. Antes de poder darse cuenta de que ha cometido el mayor error de su vida, Spiderman está encima de él golpeándole con saña. En la mayoría de sus peleas, Peter retiene sus golpes por temor a herir gravemente a alguien, pero en este momento no lo hace.



El Duende tambien tiene superfuerza, lo que impide que le arranque la cabeza, pero aún así no puede defenderse de la rapidez y fuerza del trepamuros, que le está golpeando hasta la muerte.

Peter recupera la razón y retrocede asqueado porque ha estado a punto de asesinarlo. Norman activa su planeador por control remoto para una última sorpresa. Mientras Peter le ordena que se levante para ir a la policía, el planeador se levanta del suelo y se dirige hacia él; la parte de delante, deformada por el golpe de Spiderman, convertida en una estaca de metal afilado que apunta a su espalda. Advertido por el sentido arácnido, Spiderman la esquiva, lo que deja a Osborn sin tiempo para reaccionar. El planeador se clava en su pecho y lo deja colgando de la pared durante unos segundos hasta que el cuerpo sin vida cae al suelo.

Peter se siente aún más vacío, la muerte del Duende no traerá de vuelta a Gwen. Quizá se siente engañado porque la muerte es una salida fácil. Una parte de él quería a Osborn humillado públicamente y procesado, aunque tambien habría sido el fin de su propia identidad secreta.

Peter regresa a su apartamento donde Mary Jane está esperándole. Ella intenta expresar su pésame pero él la rechaza y le pide que se vaya, porque a MJ no le gustan las penas. Peter se sienta y llora por Gwen. MJ abre la puerta para irse, pero vuelve a cerrarla y se queda con él.



Muerte, venganza, culpa...A principios de los 70, Marvel ya hacía tebeos de superhéroes para adultos...que también gustaban a los niños. Con guión de un Gerry Conway de sólo 20 años, dibujo del gran Gil Kane y entintado del maestro John Romita, y con fecha de portada de Julio 1973, éste es EL TEBEO. Ése que recuerdas siempre, que te marca si tienes la suerte de leerlo de pequeño y hace que te vuelvas loco tanto por el personaje como por el medio. Junto al número anterior, una de las historias más épicas de Spiderman, que no ha perdido nada de su fuerza con el paso del tiempo. Citando al Señor Punch: "¿Lo ven? hay magia en Spiderman, en aquel de los sesenta y setenta, no lo duden."

7 comentarios:

Anónimo dijo...

la magia simepre está. lo que no hay son magos que quieran arriesgarse a serrar a alguien por la mitad.

Mr. Fuck U

Bruce dijo...

Más bien es la dirección del teatro que no les deja, pero en esta época era diferente

Anónimo dijo...

Pues sí, un tebeo maravilloso y el gran momento de Spiderman. Después de esa historia, nada volvió a ser lo mismo...¿o sí?


Impacientes Saludos.

J. M. Beroy dijo...

Hermoso recordatorio de que lo que se puede hacer en un comic. Gracias, Bruce.

Bruce dijo...

A mandar!

Anónimo dijo...

Si a algún cómic se le puede aplicar la calificación de clásico sin lugar a dudas es a este de Spiderman. Un cómic de los que se queda grabado en la memoria a sangre y fuego. Uno de los grandes momentos Marvel. Ahora hacen cosas rarísimas por lo que leo en los blogs, porque para mí Spiderman sólo vive en estos cómics de los 60 y 70.

Anónimo dijo...

Saludos:
Recuerdo grato de mi niñez es encontrar de nuevo este numero de spiderman donde muere el duende verde. Recordar es vivir Etrigan y tus palabras son ciertisimas "se queda grabado en la memoria a sangre y fuego"