martes, 28 de julio de 2009

Los Hijos del Tigre: la historia

Los Hijos del Tigre eran tres artistas marciales que aparecieron en el magazine The Deadly Hands of Kung Fu publicado por Curtis Magazines (propiedad de Marvel Comics).

Lin Sun - Chino, líder del trío e hijo adoptivo del Maestro Kee.
Abe Brown - Afro-americano de Harlem.
Robert Diamond - Blanco, actor de Hollywood

Su primera historia, titulada "Sons of the Tiger" aparecía en The Deadly Hands of Kung Fu #1 (Abril, 1974). La serie fue creada por Gerry Conway –que guionizó las primeras historias- y Dick Giordano.



Lin Sun volvía a casa tras un torneo cuando era atacado por un ninja frente a su Academia de artes marciales "Tiger Dojo" en San Francisco. Allí encontraba a su maestro agonizando, el cual le daba una caja antes de morir. En ella, Lin encontraba tres amuletos de jade, una cabeza de tigre y dos garras: símbolos de su escuela. Una inscripción en la caja decía: “Cuando tres sean llamados y se levanten como uno solo, como uno solo lucharán, su voluntad se hará ... Pues cada uno de ellos ha nacido de nuevo, el Hijo del Tigre.

Poco después, Lin se encontraba con sus amigos Abe Brown y Bob Diamond, que también habían sido atacados por ninjas. Lin les daba los amuletos con forma de garra y pronto descubrían que cuando unían las manos y recitaban la inscripción de la caja conectaban místicamente. Sus habilidades físicas y marciales se triplicaban. Durante la serie, el trío se enfrentaba a "The Silent Ones", una organización mística que intentaba dominar el mundo.

En Deadly Hands of Kung Fu #6, el guión pasaba a manos de Denny O'Neil, y los lápices a un primerizo George Pérez.



A partir del #7, con la historia titulada “Tigers In a Mind-Cage!” cuyo argumento había sido trazado por Tony Isabella, Bill Mantlo, por entonces maquetador y colorista en Marvel, se hizo cargo de los guiones. Con George Pérez a los lápices, Mantlo explotaba su punto fuerte por aquel entonces, el diálogo realista, y demostró su solvencia a la primera oportunidad, continuando en la serie hasta su cierre. La libertad total que disfrutaban le permitía hacer cualquier cosa, como separar a Los Hijos del Tigre y crear al Tigre Blanco.

En Deadly Hands of Kung Fu #10, Lotus Shinchuko se unía a Los Hijos del Tigre. Sería la causa final de la separación del trío. A partir de Deadly Hands of Kung Fu #11, la primera mujer de Mantlo, Karen, se encargaba de la rotulación durante unos números.

En Deadly Hands of Kung Fu #18, “Fists of Darkness, Fists of Death!”, los Hijos del Tigre se encontraban con Puño de Hierro.



En Deadly Hands of Kung Fu # 19, "Un Final", el trío se separaba y Lin Sun arrojaba los tres amuletos a un cubo de la basura. Allí Hector Ayala, de origen puertorriqueño, los encontraba y se los ponía, convirtiéndose en el Tigre Blanco. Los Hijos del Tigre aparecían en las dos historias siguientes: "Un Principio" y "Arañando los Ojos de la Noche" durante la transición a las historias del Tigre Blanco. Abe Brown siguió apareciendo de vez en cuando. La serie continuó llamándose "Los Hijos del Tigre" aunque el trío se había separado y el poder había pasado al Tigre Blanco. En Deadly Hands of Kung Fu #22, aparecía por primera vez la Sota de Corazones. Permaneció en la serie hasta su cancelación. En Deadly Hands of Kung Fu #24 "Tiger, Tiger...Burning Bright--" Mantlo usaba el famoso poema de William Blake, algo que otros guionistas repetirían más tarde.

En Deadly Hands of Kung Fu #32 apareció la última historia de Los Hijos del Tigre en el magazine. Los comentarios de Bill Mantlo sobre la serie podían encontrarse en The Spectacular Spider-Man #13, Diciembre 1977. The Deadly Hands of Kung Fu se cancelaba en el #33.



Tras la cancelación de la serie, Bob Diamond continuó apareciendo en “Power Man & Iron Fist”, como pareja de Colleen Wing, y el Tigre Blanco en The Spectacular Spider-Man, como aliado de Spider-Man.

La separación de Los Hijos del Tigre.
Más imágenes de la serie.
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6 comentarios:

Mo Sweat dijo...

Tengo que admitir que es una de las pocas series clásicas de Marvel que ni tengo, ni he tenido nunca, ni apenas he visto nada... y realmente lo lamento.

Además, con tus posts me estás poniendo los dientes muy largos con esta serie.

Ojalá se publique por aquí algún día...

Jesús Duce dijo...

Esta serie era puro magnetismo y solvencia gráfica (en realidad casi todas las series de kung fu).
Sería fantástico que se animaran a reeditarla en algún integral o algo parecido.

Etrigan dijo...

Ya he comentado en este blog mi inpresión sobre esta magnífica serie. Es uno de los hitos de los 70, injustamente olvidada. Un cómic maldito de un guionista también maldito, a los que de momento no se les reconoce ni recuerda. A excepción de algún blog como el tuyo.

Bruce dijo...

Que es también vuestro
:p

Crowley dijo...

Desconocía esta serie, pero al menos era feliz en mi ignorancia... ¡Ahora quiero tenerla!

Omoloc dijo...

"A partir de Deadly Hands of Kung Fu #11, la primera mujer de Mantlo, Karen, se encargaba de la rotulación durante unos números."

Karen Pocock. Primera ...y única... esposa de Bill y según el hijo de ella, al que Mantlo siempre consideró como hijo suyo, el gran amor de Bill.

Salu2!