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Esos tres objetos, muy hábilmente construidos, estaban provistos de unas ingeniosas grapas de metal destinadas a fijarlos en unas estructuras orgánicas acerca de las cuales no me atrevo a formular ninguna hipótesis. Espero -espero fervientemente- que hayan sido moldeados en cera por algún extraordinario artista, a pesar de lo que me dicen mis más secretos temores. ¡Dios! ¡Aquel susurro en la oscuridad con su olor mórbido y sus vibraciones! Hechicero, emisario, habitante del más allá... aquel odioso y reprimido zumbido… y en todo ese tiempo, en aquel cilindro nuevo y brillante…pobre diablo… “Prodigiosa habilidad quirúrgica, biológica, química y mecánica…”
Pues los objetos del sillón, perfectos hasta el último y más sutil de los detalles, eran microscópicamente parecidos, o idénticos, a las manos y la cara de Henry Wentworth Akeley."
2 comentarios:
Lovecraft y Breccia: ¿hay que decir algo más? Bueno, que la edición española es muy chula.
Sabía yo que este post le iba a gustar a mi perse :)
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