Hugo Pratt crea a Corto Maltés en 1967, en plena madurez como dibujante y guionista. Con Corto consigue elevar un personaje al nivel de mito contemporaneo, hasta tal punto que algunos lectores creen que existió realmente este marinero aventurero y humanista, nacido en Malta el 10 de julio de 1887; desaparecido -pero no muerto- alrededor de 1937, durante la Guerra civil española.
“Corto Maltés en Siberia” nos muestra la razón por la que Hugo Pratt, en sus relatos, se abandona a un juego entre lo real y lo imaginario. Corto Maltes dice: “Sería bonito vivir un cuento”. Boca Dorada, contesta: “Pero tú vives continuamente en los cuentos. Solo que ya no caes en ello. Cuando un adulto entra en el mundo de los cuentos es para siempre. ¿No lo sabías?”…
Tratándose de cuentos, Hugo Pratt tuvo un maestro: Jorge Luis Borges (1899-1986). Una obra que rinde homenaje al dibujante, “Dedicated to Corto Maltese” (Kesselring, 1985), empieza así: “Borges nos enseñó a contar las mentiras como si fuesen verdad. Yo, de él, aprendí a contar la verdad como si fuese mentira”.
Habiendo vivido en Argentina en los años 50, Pratt había leído todas las obras de Borges cuando se dio a conocer en Europa en 1961. Le gustaba mucho este escritor que ha comentado obras “fundamentales” de la literatura que en realidad no existen, o trazado biografías de grandes autores “fantasmales”, homónimos de sus excompañeros de escuela. Borges y Hugo Pratt comparten una gran estima por los escritores que juegan a mezclar hechos reales y ficción, como Daniel Defoe o Joseph Conrad.
Sin duda, las obras de Pratt se basan en un conjunto de experiencias vividas, acumuladas durante una vida llena de viajes y rediseñadas a través de un instrumento privilegiado: su característico dibujo inmediato. Pero las obras de Pratt, a pesar de tener elementos que forman parte de su vida, están siempre sujetas a su fértil imaginación. Fundamentalmente, éstas se adhieren al género aventurero, pero se alimentan de la curiosidad intelectual de Pratt y de su eclecticismo. El autor se lamentaba de que el medio de expresión utilizado por él, la historieta, sea a menudo dejado fuera de la cultura. Historia, literatura, cine, pintura y comic, aportan su contribución y son revisitados mediante múltiples referencias, tratados a menudo con distancia e ironia.
* Ilustraciones del menda lerenda y Hugo Pratt ( "Corto Maltés en Siberia")
9 comentarios:
¡Bravo! Después de leer el post, me han entrado ganas de releer "El Aleph" o "El libro de Arena" de Borges. Curiosamente, por el contrario, reconozco que nunca he podido entrar del todo en el universo de Pratt. Un saludo.
Yo tampoco he podido entrar..Me lei dos historietas del Corto Maltes las de venecia creo y me aburrieron bastante...y tampoco entendi demasiado...
Gracias! Entiendo que mucha gente no entre del todo en las historias de Pratt. No puedo explicar por qué unos lo encuentran aburrido y otros fascinante...yo soy del 2º grupo, claro está :)
1 Saludo
Ya sabes que yo tampoco soy una gran fan de Pratt... Pero, oye, tu dibujín, pasote, ¿o qué? Jo, todos mis amiguitos frikis saben dibujar... Todos menos yo, caraho.
Más que dibujar, sé copiar..pasé 4 años en la escuela de arte pero no sirvieron para mucho
No se preocupen, traigo leña para todos.
¡Vamos, vamos, en fila de a dos!
¿¡Las cerillas!? Me he olvidado las malditas cerillas. ¿Tiene alguno de los brujos y brujas que no creen en el Corto Maltés un encendedor? No me sean tímidos o tendremos que volver al potro para hacer tiempo mientras nos buscan algo con que encender la hoguera quemadora de infieles.
Ismael, el Tití Ribiera.
Tranquila Perse, no estás sola. Yo también dibujo fatal.
¿Dónde habré puesto las bragas de amianto?
¡Fuego purificadooooor!
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