Estás terminando The Dark Knight Strikes Again, el cual creo que se puede decir que es el cómic más esperado de la historia.
Frank Miller: [Risas] Me refiero a él como mi misión suicida. Me encanta cómo está tomando forma, creo que es un cómic muy ingenioso, pero al mismo tiempo, ¿cómo competir con los recuerdos de alguien cuando tenía 10 años de edad? Pero lo que estoy haciendo no es sólo una repetición. Esto tiene un tono completamente diferente y otra aproximación a la historia. Soy un tipo muy diferente del que era hace 15 años, y estos son tiempos muy diferentes, y me estoy acercando con un sentimiento totalmente diferente. En aquella época yo estaba desesperado por conseguir que la gente se tomase este material en serio. Creo que lo que busco ahora es mostrar a la gente lo ingenioso que es este material.
¿En busca de un factor asombro?
FM: Hay definitivamente un factor 'caray-uauh' aquí, pero no es la nostalgia. No es sólo "¿No eran estupendos esos comics de los viejos tiempos, cuando llevábamos pañales?" Es más tratar de dar todo lo que tengo como artesano para hacer que este material funcione. Todo este material maravilloso está ahí para jugar con él, y creo que se puede hacer con un poco más de brío de lo que a menudo se hace. La nostalgia cansa un poco, ¿no? Quiero decir, ¿cuántas veces vas a decir: "¡Mirad! En el cielo!" Eso ya lo he hecho. Creo que es más una cuestión de volver a introducir conceptos. Suena estúpido, suena simplista, pero todos estos personajes están basados en uno o dos deseos. Con Superman, es volar, con el Átomo, hacerse pequeño; con Flash, ser rápido; con Green Lantern, tener la lámpara de Aladino. Una cosa que creo que la gente en los cómics a menudo no consigue hacer es cocinar ese deseo y simplemente servirlo. ¿Batman? Lanza chicos malos por las ventanas! Fácil, ¿sabes? Y no estoy diciendo: "Lo puedes hacer un sábado por la mañana". Tienes que trabajar duro para que funcione, para que la gente se excite con la idea. Pero nunca pierdas de vista el hecho de que la idea en sí es muy buena. No me importa el matrimonio del Átomo. Lo que quiero es verle haciéndose tan pequeño que las moléculas se vean muy grandes.
Eso es fascinante, porque un montón de fans de los comics te relacionan con el concepto de "el hombre detrás de la máscara".
FM: Sí. No estoy tratando de hacer una obra de Tennessee Williams con disfraces. Quiero decir que este material no es eso. Esto es ópera. Tiene que ser grande. Los superhéroes no se convierten en conductores borrachos. Ellos destruyen planetas. Es una escala diferente. Es Wagneriana. Puedes jugar con temas que son muy reales en el día a día, pero todos tienen que ser traducidos a esta escala 'más grande que la vida'. Si quisiese hacer naturalismo, nadie iba a estar usando leotardos.
Incluso tus obras que la gente ve como más naturalistas, como tus historias noir en Sin City, tienen esos elementos.
FM: Sí. Sin City es deliberadamente una obra muy estilizada y romántica. Se llama Ciudad del Pecado porque son historias de amor y ética, y no puede haber virtud sin pecado. Creo que en las historias de superhéroes este concepto debería ser más evidente. Tienen que ser personas que discuten sobre lo que está bien y mal y luchan por lo que esas versiones son. Creo que en el curso de un romance o una aventura se pueden introducir elementos de realidad, realidad emocional en particular. De hecho, creo que es para lo que el género fue creado. Creo que el romance -y me refiero a esto en el sentido más amplio de romance- es capaz de concentrarse en estas cosas más que en la depresión gris, sin brillo que a menudo habita en la ficción. Estoy caracterizando a Superman en estas historias como alguien que se debate entre el deber y el honor. Trata sobre todo acerca de este héroe que se encuentra en un estado torturado.
Una gran cantidad de críticas que tu trabajo recibe parece venir de gente para la que deber y honor no son conceptos terriblemente relevantes. ¿Es un problema para tí, tratar de llegar a esas personas con esta especie de sensibilidad cansada, postmoderna?
FM: Creo que el hecho de que usemos un término como 'postmoderno' es bastante divertido. Realmente creo que en última instancia, mi objetivo es apuntar a lo clásico, supongo. Pero sobre todo me estoy divirtiendo haciendo mi trabajo. Me encantan estas historias, así es como fantaseo. No puedo señalar a un género en particular o subgénero y decir: "Bueno, eso es todo. El resto no cuenta." No puedo decir, "Homero estuvo bien en la Ilíada, pero la Odisea apestaba, porque había algunas cosas de fantasía en ella." Lo siento un poco por la gente cuya opinión es tan estrecha, porque hay un gran gran mundo ahí fuera, y hay una gran historia de ficción que no se puede encerrar en un movimiento en particular.
¿Estás preocupado por la forma en que el campo del entretenimiento está reaccionando a los acontecimientos recientes? (11-S)
FM: Estoy temiendo algunas de las cosas que se van a hacer en los cómics y Hollywood. Gran parte de ello será material para intentar tranquilizarnos. Quiero a alguien que haga algo de material cabreado. Durante la Segunda Guerra Mundial, nuestro antecedente más cercano a éste, Hollywood produjo algunas de sus películas mejores y más violentas. Pase lo que pase, te garantizo que será interesante.
En términos de arte, ¿seleccionas un estilo basándote en la historia, o viceversa?
FM: Es sobre todo la historia la que influye en el estilo. La historia tiene que ser lo primero. Sin embargo, mi pequeño secreto sucio es que a veces se me ocurren historias porque quiero dibujar cosas. En el caso de Sin City, me gusta dibujar coches antiguos y tipos duros en gabardinas y mujeres con muy poca ropa. [Risas] Todas estas cosas se abren camino en la historia.
Pero no puedes ir a la ciudad de Gotham y ver cómo se viste Batman.
FM: No, pero por otro lado, crecí con los dibujos animados de Superman y los comics de Batman, y todo eso está en mi disco duro. Así que a pesar de que crecí en las campiñas de Vermont, crecí en la ciudad de Gotham.
Frank Miller: [Risas] Me refiero a él como mi misión suicida. Me encanta cómo está tomando forma, creo que es un cómic muy ingenioso, pero al mismo tiempo, ¿cómo competir con los recuerdos de alguien cuando tenía 10 años de edad? Pero lo que estoy haciendo no es sólo una repetición. Esto tiene un tono completamente diferente y otra aproximación a la historia. Soy un tipo muy diferente del que era hace 15 años, y estos son tiempos muy diferentes, y me estoy acercando con un sentimiento totalmente diferente. En aquella época yo estaba desesperado por conseguir que la gente se tomase este material en serio. Creo que lo que busco ahora es mostrar a la gente lo ingenioso que es este material.
¿En busca de un factor asombro?
FM: Hay definitivamente un factor 'caray-uauh' aquí, pero no es la nostalgia. No es sólo "¿No eran estupendos esos comics de los viejos tiempos, cuando llevábamos pañales?" Es más tratar de dar todo lo que tengo como artesano para hacer que este material funcione. Todo este material maravilloso está ahí para jugar con él, y creo que se puede hacer con un poco más de brío de lo que a menudo se hace. La nostalgia cansa un poco, ¿no? Quiero decir, ¿cuántas veces vas a decir: "¡Mirad! En el cielo!" Eso ya lo he hecho. Creo que es más una cuestión de volver a introducir conceptos. Suena estúpido, suena simplista, pero todos estos personajes están basados en uno o dos deseos. Con Superman, es volar, con el Átomo, hacerse pequeño; con Flash, ser rápido; con Green Lantern, tener la lámpara de Aladino. Una cosa que creo que la gente en los cómics a menudo no consigue hacer es cocinar ese deseo y simplemente servirlo. ¿Batman? Lanza chicos malos por las ventanas! Fácil, ¿sabes? Y no estoy diciendo: "Lo puedes hacer un sábado por la mañana". Tienes que trabajar duro para que funcione, para que la gente se excite con la idea. Pero nunca pierdas de vista el hecho de que la idea en sí es muy buena. No me importa el matrimonio del Átomo. Lo que quiero es verle haciéndose tan pequeño que las moléculas se vean muy grandes.
Eso es fascinante, porque un montón de fans de los comics te relacionan con el concepto de "el hombre detrás de la máscara".
FM: Sí. No estoy tratando de hacer una obra de Tennessee Williams con disfraces. Quiero decir que este material no es eso. Esto es ópera. Tiene que ser grande. Los superhéroes no se convierten en conductores borrachos. Ellos destruyen planetas. Es una escala diferente. Es Wagneriana. Puedes jugar con temas que son muy reales en el día a día, pero todos tienen que ser traducidos a esta escala 'más grande que la vida'. Si quisiese hacer naturalismo, nadie iba a estar usando leotardos.
Incluso tus obras que la gente ve como más naturalistas, como tus historias noir en Sin City, tienen esos elementos.
FM: Sí. Sin City es deliberadamente una obra muy estilizada y romántica. Se llama Ciudad del Pecado porque son historias de amor y ética, y no puede haber virtud sin pecado. Creo que en las historias de superhéroes este concepto debería ser más evidente. Tienen que ser personas que discuten sobre lo que está bien y mal y luchan por lo que esas versiones son. Creo que en el curso de un romance o una aventura se pueden introducir elementos de realidad, realidad emocional en particular. De hecho, creo que es para lo que el género fue creado. Creo que el romance -y me refiero a esto en el sentido más amplio de romance- es capaz de concentrarse en estas cosas más que en la depresión gris, sin brillo que a menudo habita en la ficción. Estoy caracterizando a Superman en estas historias como alguien que se debate entre el deber y el honor. Trata sobre todo acerca de este héroe que se encuentra en un estado torturado.
Una gran cantidad de críticas que tu trabajo recibe parece venir de gente para la que deber y honor no son conceptos terriblemente relevantes. ¿Es un problema para tí, tratar de llegar a esas personas con esta especie de sensibilidad cansada, postmoderna?
FM: Creo que el hecho de que usemos un término como 'postmoderno' es bastante divertido. Realmente creo que en última instancia, mi objetivo es apuntar a lo clásico, supongo. Pero sobre todo me estoy divirtiendo haciendo mi trabajo. Me encantan estas historias, así es como fantaseo. No puedo señalar a un género en particular o subgénero y decir: "Bueno, eso es todo. El resto no cuenta." No puedo decir, "Homero estuvo bien en la Ilíada, pero la Odisea apestaba, porque había algunas cosas de fantasía en ella." Lo siento un poco por la gente cuya opinión es tan estrecha, porque hay un gran gran mundo ahí fuera, y hay una gran historia de ficción que no se puede encerrar en un movimiento en particular.
¿Estás preocupado por la forma en que el campo del entretenimiento está reaccionando a los acontecimientos recientes? (11-S)
FM: Estoy temiendo algunas de las cosas que se van a hacer en los cómics y Hollywood. Gran parte de ello será material para intentar tranquilizarnos. Quiero a alguien que haga algo de material cabreado. Durante la Segunda Guerra Mundial, nuestro antecedente más cercano a éste, Hollywood produjo algunas de sus películas mejores y más violentas. Pase lo que pase, te garantizo que será interesante.
En términos de arte, ¿seleccionas un estilo basándote en la historia, o viceversa?
FM: Es sobre todo la historia la que influye en el estilo. La historia tiene que ser lo primero. Sin embargo, mi pequeño secreto sucio es que a veces se me ocurren historias porque quiero dibujar cosas. En el caso de Sin City, me gusta dibujar coches antiguos y tipos duros en gabardinas y mujeres con muy poca ropa. [Risas] Todas estas cosas se abren camino en la historia.
Pero no puedes ir a la ciudad de Gotham y ver cómo se viste Batman.
FM: No, pero por otro lado, crecí con los dibujos animados de Superman y los comics de Batman, y todo eso está en mi disco duro. Así que a pesar de que crecí en las campiñas de Vermont, crecí en la ciudad de Gotham.
(Fuente)
Una entrevista que he encontrado en la red, hecha antes de la publicación del DK2, y con la que se abre el fuego de una pequeña serie de posts dedicados a esta obra de Miller, que me gustó desde la primera vez que leí y que estoy releyendo de nuevo.
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2 comentarios:
Me da que esto ya lo había leído (y si no, he leído otras cosas parecidas de Frank y me suena mucho).
Uuuummm...
A mí DK2 me gusta...pero mucho menos que DK. Para mí, DK2 es una historia de La Liga... y tiene cosas que están muy bien.
Lo que está claro es que el cómic iba en la línea que apuntaba en la entrevista.
Por otra parte, y aunque ya sé que desde hace décadas el camino por el que Miller apuntó fue el romanticisimo, la épica, etc...
a mí lo que me llegaba en muchas ocasiones era ese "naturalismo" con el que lo disfrazaba o embadurnaba a veces. En Batman Año 1 o Daredevil Born Again "prima" el "naturalismo" (hablamos de tebeos de tipos en pijama). En DK la cosa está igualada, y en DK2 todo se desmadra y prima la Ópera.
Por eso a mí, y aún siendo el autor que amaba de crío, y uno de los que más aprecio y valoro en muchos aspectos, cada vez me ha ido interesando menos con los años.
Pero esto es mi opinión, subjetiva, etc, etc...
Un saludito.
Tebeazo, aunque menos que DK, coindicido con David en que más que una historia de Batman es una historia de la Liga, sería algo así que como The Justice League of America returns. A mí en su momento me pareció una historia plagada de gamberrismo y desencanto, saludos.
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