miércoles, 2 de marzo de 2011

Una historia de Piratas

Uno de los momentos más destacados de la 2ª etapa de Terry y Los Piratas, centrada en la Segunda Guerra Mundial, es la página dominical del 17 de octubre de 1943. El instructor de vuelo Corkin da a Terry un discurso sobre sus responsabilidades como piloto de combate, incluyendo respetar a todos los que contribuyen al vuelo de su avión, desde los diseñadores a la tripulación, tener un recuerdo para los muertos en combate y respeto por la burocracia militar que, para bien o para mal, ha mantenido al ejército estadounidense más de 150 años. En un inusual honor, dicha página se leyó en voz alta en el Congreso de EE.UU. y se agregó al Registro del Congreso.



Dibujar las manos no era el punto fuerte de Milton Caniff. Y una mano que había dibujado le persiguió toda su vida. La mano del coronel Flip Corkin en el panel 9 de la página dominical del 17 de octubre de 1943. Caniff pensaba que el pulgar no le había salido bien, pero la fecha de entrega se cumplía y no tenía tiempo para arreglarlo, así que envió la página al Sindicato Tribune-News. De todos modos iba a dibujar muchas otras manos en el futuro.

Diez semanas más tarde, Carl Hinshaw, congresista de los EE.UU. por California leyó la tira en el periódico del domingo y quedó impresionado por "los mejores y más nobles sentimientos" de patriotismo en el discurso de Corkin. "Es digno de la inmortalidad", dijo Hinshaw a sus colegas legisladores, y rápidamente lo leyó en el Registro del Congreso. Un gran honor para Caniff y para el medio del comic. Pero entonces, la página conocida como "Pilot's Creed" (El Credo de los Pilotos) empezó a reproducirse como un póster que se distribuyó en todo el mundo a través de las bases militares americanas durante la Segunda Guerra Mundial. Caniff veía esa fea mano en todas partes. Y siguió viéndola durante el resto de su vida. El Credo de los Pilotos se reimprimió en casi todas las retrospectivas de su obra.

(Fuentes: 1 y 2)
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