la Tierra se sumió en un permanente invierno nuclear.
Los humanos viven ahora en el subsuelo y sólo salen al inhabitable mundo exterior, ya para siempre sin sol, cuando tienen que enterrar a uno de los suyos. Mundo maldito en el que los vivos reptan bajo tierra y los muertos son almacenados en las alturas.
Desde su trono de cristal, el gran manipulador sonríe satisfecho y planea...
Desde su trono de cristal, el gran manipulador sonríe satisfecho y planea...
Publicada en la revista CIMOC nº 122, 1991. En 'FIN', Beroy funde el expresionismo alemán con lo que a mí me parece una suerte de neorrealismo español berlanguiano -cuando Berlanga molaba- para crear una pequeña historia (sólo 4 pags) de futuro oscuro, desesperanzador y castizo, al que podemos añadir un toque de Peter Greenaway -mediante la música de Wim Mertens- para que la mezcla sea aún más explosiva. He relacionado esta breve historieta, a modo de fill-in, con otras obras suyas cercanas en temática para crear una historia común, pensando en lo que me sugieren esas 4 páginas y yendo un poco más allá de lo que muestran.
'Metrópolis', Fritz Lang / 'El Verdugo', Berlanga
3 comentarios:
Este atentado ha sido perpetrado por 'Los Exégetas de Beroy'. Los Exégetas, grupo ultraviolento que surgió cuando los comandos beroyanos se escindieron, han jurado que no renunciarán a su lucha armada hasta que J.M. Beroy sea el invitado de honor en todas las convenciones comiqueras que se celebren en España, se reediten todas sus obras y cada núcleo de población de más de 10.000 habitantes inaugure una calle en su honor. Sus exigencias son innegociables.
Ciencia ficción pagana, una historieta postcristiana que recupera el sentido del fin del mundo. No conozco demasiadas pero la más larga es el Scout de Timothy Truman.
A destacar, creo yo, la ausencia de 'subtítulos'. En aquella época se chafaban muchas historietas parecidas musitando subtítulos por encima. En plan monólogo culpable o recitador.
Deberían recogerla en alguna antología de tragedias de Séneca. O copiarla directamente para meterla en una representación (¡Abajo el teatro de batitas y sus representaciones para públicos pasados!).
Ese sentido del fin del mundo necesita de un tipo de imaginación absurda entre grotesca y onírica como esta. Si tuviese que comparar la historia con cine lo haría más bien con un Fellini de ciencia ficción que no tengo ni idea de si existe o no.
Pero más que exégeta me siento como un gnomo freudiano que utiliza novelas rusas para explicar quién era Leonardo ante un público de científicos clonados de Shapiro.
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